La gota es una enfermedad producida por el depósito de cristales de ácido úrico en las articulaciones y en los tejidos.

La gota produce dolor e inflamación articular. Generalmente comienza en la primera articulación del primer dedo del pie (podagra). Si no se pone remedio para evitarla, puede afectar a cualquier articulación (tobillo, dorso del pie, rodilla, manos, etc.), y los ataques serán cada vez más frecuentes e intensos.

Para que se formen estos cristales es necesario que el ácido úrico esté aumentado en sangre (Hiperuricemia). Se considera que el ácido úrico está aumentado en sangre a partir de los 6,8 mg/dl. Por encima de este límite el ácido úrico puede precipitar en forma de cristales en las articulaciones y tejidos.

La gota no solamente afecta a las articulaciones, sino que también supone un riesgo cardiovascular. Tendrá una mayor predisposición a tener infartos en el corazón, accidentes cerebro vasculares, cálculos en el riñón e, insuficiencia renal.

La gota está íntimamente relacionada con la Obesidad, la hipertensión y las dislipemias (aumento del colesterol, triglicéridos).

La gota es una de las enfermedades reumáticas que puede curarse. Si mantenemos los niveles de ácido úrico menor de 6 mg/dl durante un tiempo suficiente (varios años), los depósitos de cristales de ácido úrico se irán disolviendo como un azucarillo en un café.

En cuanto a la dieta, existen muchos mitos de alimentos prohibidos (tomates, setas, carnes rojas, mariscos, alcohol, etc.), que son falsos. La mejor dieta es la que está exenta de alcohol (sobre todo cerveza), y bebidas azucaradas, equilibrada en grasas e hidratos de carbono (dieta mediterránea). Esta dieta le permite disminuir de peso, e incluye el consumo diario de frutas y verduras.

Con respecto al tratamiento, según sus niveles, la severidad de la enfermedad, existen tratamientos apropiados y preventivos para que no vuelva a tener nuevos episodios.