Deben vacunarse pacientes reumáticos contra neumococo?

vacuna01Recomendaciones de vacunación antineumocócica en el adulto

La enfermedad neumocócica constituye una de las diez primeras causas de muerte en los países desarrollados. Cifra superior a la de cualquier otra enfermedad bacteriana prevenible con vacunas.

En adultos, especialmente en aquellos con patologías de base o inmunodeprimidos, la enfermedad neumocócica invasiva puede comprometer la vida. El neumococo causa una amplía variedad de síndromes clínicos: Neumonía, bacteriemia sin foco y meningitis, en el adulto. Otitis media aguda y sinusitis, en lactantes y niños.

Se estima que el 15 al 30% de todas las neumonías son debidas al neumococo, siendo el agente etiológico más frecuente de las neumonías de origen comunitario. Los niños pequeños (menores de 2 años, por la incapacidad para responder a antígenos polisacáridos debido a la inmadurez de su sistema inmune) y las personas mayores de 60 años, son los que presentan una mayor susceptibilidad a la infección, con una mortalidad elevada.

 

¿Se deben vacunar los pacientes reumáticos contra el neumococo?

Recomendaciones de vacunación antineumocócica en el adulto

La enfermedad neumocócica constituye una de las diez primeras causas de muerte en los países desarrollados. Cifra superior a la de cualquier otra enfermedad bacteriana prevenible con vacunas.

En adultos, especialmente en aquellos con patologías de base o inmunodeprimidos, la enfermedad neumocócica invasiva puede comprometer la vida. El neumococo causa una amplía variedad de síndromes clínicos: Neumonía, bacteriemia sin foco y meningitis, en el adulto. Otitis media aguda y sinusitis, en lactantes y niños.

Se estima que el 15 al 30% de todas las neumonías son debidas al neumococo, siendo el agente etiológico más frecuente de las neumonías de origen comunitario. Los niños pequeños (menores de 2 años, por la incapacidad para responder a antígenos polisacáridos debido a la inmadurez de su sistema inmune) y las personas mayores de 60 años, son los que presentan una mayor susceptibilidad a la infección, con una mortalidad elevada.

Pero principalmente, la vacuna antineumocócica está recomendada en pacientes inmunodeprimidos por la patología que padecen (artritis reumatoide, lupus eritematoso) o por tratamientos que reduzca la resistencia del cuerpo a las infecciones, como ciertos medicamentos contra las enfermedades reumáticas (esteroides a largo plazo, inmunosupresores, tratamiento biológico).

El neumococo ¿Con quién nos enfrentamos?

vacuna02El neumococo (Streptococcus pneumoniae) es un coco grampositivo, anaerobio facultativo, en general capsulado, que presenta bordes adyacentes redondeados y extremos puntiagudos, que le dan un aspecto ovoide o lanceolado. Suele agruparse en parejas, de ahí que le conozca también como diplococo (de hecho, fue clasificado antiguamente como Diplococcus pneumoniae), o bien en cadenas cortas.

La cápsula contiene un polisacárido complejo responsable del tipo serológico que contribuye a la virulencia y a la patogenicidad y su capacidad de escapar a la fagocitosis y a la acción del complemento. Existen cerca de cien serotipos diferentes. De los que 84 son patógenos para el hombre, los más comúnmente aislados en infecciones son los 1, 3, 4, 7, 8 y 12 en adultos y los 6, 9, 14, 18, 19 y 23 en los niños.

Aunque el neumococo ha sido bastante sensible a numerosos antibióticos, en las dos últimas década han ido apareciendo de forma progresiva neumococos resistentes.

El único reservorio del neumococo es el hombre. Este microorganismo forma parte de la flora habitual de la rinofaringe de los individuos sanos, sobre todo durante el invierno y el principio de la primavera. Los niños de edad preescolar están colonizados entre un 30 y 60%, los escolares entre el 20 y 30% y los niños mayores en un 15-20%.

Se transmite de persona a persona por las secreciones (gotitas) respiratorias, siendo los pacientes mas susceptibles a las infecciones neumocócicas graves aquellos con linfomas, mielomas, esplenectomia, SIDA y otras deficiencias inmunológicas. La lesión previa del epitelio respiratorio por bronquitis crónica, tabaquismo o virus respiratorios comunes, en especial el virus de la gripe, parece predisponer a la invasión neumocócica.

TIPOS DE VACUNAS

  1. Vacuna polisacaridica no conjugada 23-valente (PPV)

Es una vacuna polivalente compuesta por polisacáridos capsulares de 23 serotipos distintos de neumococo (25 pg de cada uno) en una suspensión total de 0,5 ml, que causan aproximadamente el 90% de las infecciones neumocócicas graves. Los serotipos incluidos en la vacuna son los siguientes: 1, 2, 3, 4, 5, 6B, 7F, 8, 9N, 9V, 10 11 12F, 14, 15B, 17F, 18C, 19 19F, 20, 22F, 23F y 33F.

Los polisacáridos capsulares presentes en la vacuna, promueven la producción de anticuerpos específicos para cada tipo capsular neumocócico. Sin embargo, no inducen inmunidad frente a las infecciones causadas por otros tipos capsulares no presentes en la vacuna, ni frente a otros patógenos no relacionados.

Más de un 80% de los adultos sanos presentan una respuesta específica de antígeno que se manifiesta a las dos o tres semanas por un incremento de dos o más veces en las concentraciones de anticuerpos prevacunales. En mayores de 65 años y en afectados de enfermedades inmunosupresoras o que requieren de tratamiento inmunosupresor es menos inmunógena.

La indicación aceptada en la actualidad es la prevención de neumonías neumocócicas y de infecciones sistémicas neumocócicas producidas por los serotipos incluidos en la vacuna, en sujetos con alto riesgo, a partir de los dos años de edad:

Está indicada en los siguientes grupos de riesgo:

  • Personas inmunocompetentes con enfermedades crónicas tales como cardiopatías, EPOC, alcoholismo, cirrosis, insuficiencia renal, síndrome nefrótico, diabetes mellitus, fístula de LCR, tabaquismo.
  • Personas inmunodeprimidas, con asplenia anatómica o funcional, mieloma múltiple, insuficiencia renal crónica, síndrome nefrótico, anemia falciforme, drepanocitosis, linfoma, enfermedad de Hodgkin, infección por el VIH y trasplantes de órganos.
  • Personas mayores de 65 años.
  • Personas que residen en instituciones cerradas.
  • Todas las personas que estén tomando algún medicamento que reduzca la resistencia del cuerpo a las infecciones, tales como: Esteroides a largo plazo, pacientes sometidos a radioterapia, medicamentos contra el cáncer y las enfermedades reumáticas.

La vacuna se administra a una dosis de 0,5 ml por vía intramuscular (en músculo deltoides) o subcutánea. La revacunación, está indicada a los 5 años.

Puede administrarse al mismo tiempo que la vacuna antigripal, inyectándola siempre en lugares anatómicos diferentes.

Los pacientes tratados con inmunosupresores, deben recibir la vacuna por lo menos 10 días y preferiblemente 14 días antes de iniciar el tratamiento inmunosupresor.  Esta vacuna tiene el inconveniente de escasa duración de la innunicidad que confiere y la poca efectividad de las revacunaciones.

  1. Vacuna polisacarídica conjugada (13 serotipos)

Es una vacuna fabricada a partir de polisacáridos capsulares de diferentes serotipos de S. pneumoniae, conjugados (acoplados químicamente) con una proteína de soporte con el objetivo de transformar la respuesta inmune inducida de T-independiente a T- dependiente, con lo que se refuerza su efecto y magnifica su respuesta inmune. La proteína utilizada en estos casos provienen de Corynebacterium diphtheriae o del Clostridium tetani generalmente en forma de variantes atoxicas de sus toxinas.

Los glúcidos capsulares (polisacáridos y oligosacáridos, ligados en ocasiones a lípidos) presentan unas características únicas desde el punto de vista inmunogénico: No requerir la presencia de linfocitos T para inducir la respuesta inmune.

Frente a esa importante ventaja, los antígenos bacterianos de tipo glucídico presentan inconvenientes no menos importantes: La incapacidad para inducir la memoria inmunogénica y tener una baja inmunogenicidad en niños pequeños, ancianos e inmunodeprimidos.

La vacuna conjugada induce la formación de anticuerpos específicos de tipo, que se unen a los polisacáridos capsulares de la bacteria y producen su opsonización, fagocitosis y muerte. Su conjugación a una proteína convierte al polisacárido en timo-dependiente, confiriendo una mayor respuesta de anticuerpos, memoria inmunológica y una mayor afinidad por el microorganismo. Este tipo de vacunas protegen de forma más eficaz y duradera.

La vacuna conjugada está contraindicada en caso de hipersensibilidad al látex o a algún componente de la vacuna, incluyendo el toxoide diftérico.

El uso de esta vacuna tan solo se encuentra recomendada en niños con enfermedades debilitantes o que provoquen inmunodepresión. En adultos no se recomienda por el momento, hasta disponer de los resultados de estudios realizados en población adulta.

Vacuna antineumocócica conjugada de 13 serotipos, esta recomendada en personas con factores de riesgo que hayan podido ser vacunadas previamente, o no, con la vacuna polisacárida 23-valente. Es decir, pacientes con inmunodeficiencias primarias o secundarias (insuficiencia renal crónica, transplante de órganos, VIH/SIDA, enfermedades autoinmunes, tratamiento quimioterápico o inmunosupresor.

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