
Los pacientes con síndrome de Ehlers-Danlos hipermóvil (SEDh) suelen presentar hipermovilidad articular generalizada y dolores mecánicos poliarticulares, autolimitados y cambiantes en relación con mínimas sobrecargas, piel fina e hiperextensible, cicatrices atróficas y anchas, hematomas con facilidad, periodontitis, prolapso de la válvula mitral y dilatación de la raíz aórtica.
Pacientes empoderados con su diagnóstico, están interesados en las medidas generales a tener en cuenta ante una intervención quirúrgica.
La cirugía en los pacientes con SED, debe ser programada y consensuada, valorando los riesgos y beneficios de la misma.
El mayor riesgo quirúrgico lo presenta los pacientes con SED vascular.
En el SED hipermóvil / Trastorno del espectro de la hipermovilidad el riesgo quirúrgico es igual a la población general. No obstante, algunos pacientes incluidos en este grupo son más frágiles o inciden en los mismos otros problemas como subluxaciones, inestabilidad articulares o facilidad para hematomas que habrá que tener en cuenta a la hora de la colocación y el acolchado del paciente en la mesa de operaciones con objeto de evitar hematomas y dislocaciones articulares.

Los pacientes con inestabilidad de la columna cervical, problemas espinales, o colapso del cartílago de la laringe o la tráquea, pueden tener dificultades durante la intubación y posible daño de la mucosa y precisar un abordaje de la vía aérea con un videolaringoscopio.
En otros, con antecedentes familiares o personales de patología pulmonar, se debe realizar ventilación protectora pulmonar para prevenir el neumotórax.
Los hematomas, la escoliosis, la espondilosis, los Quistes de Tarlov, el mayor riesgo de cefalea postpunción dural y la resistencia a los anestésicos locales pueden igualmente afectar la anestesia epidural y se deba de optar por la anestesia general.

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