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Mitos y leyendas sobre las enfermedades reumáticas

Mitos y leyendas sobre las enfermedades reumaticas

Muchas personas acuden al Reumatólogo después de haber sido valorados por otros especialistas (traumatólogo, rehabilitador, internista, etc.). Esto de construir la casa por el tejado no ocurre en otras especialidades. Por ejemplo, si a alguien le duele la cabeza, tiene claro a que especialista debe de acudir para su diagnóstico y tratamiento: el neurólogo. No va primero al neurocirujano para que le opere. Por el mismo motivo, cuando alguien tiene dolor o molestias en el aparato locomotor, lo ideal sería acudir al reumatólogo y no al traumatólogo, que es el cirujano. La mayoría de las enfermedades reumáticas tienen un tratamiento médico y no quirúrgico. La Reumatología es la especialidad médica de referencia del aparato locomotor.

Existe un desconocimiento en la población sobre las enfermedades reumáticas. Y sin embargo, 1 de cada 4 personas mayores de 20 años padece algún tipo de enfermedad reumática.

Esto son los mitos o creencias más frecuentes.

1. “Doctor, tengo reuma”

El “Reuma” no existe. No existe ninguna enfermedad llamada “Reuma”. Existen las llamadas enfermedades reumáticas, más de 250 enfermedades (artrosis, osteoporosis, artritis, lupus, etc.). Hay que ponerle nombre al dolor. Nadie se conformaría con un diagnóstico así en otras especialidades. Si tuviésemos que consultar con un especialista en aparato digestivo por náuseas y molestias abdominales, después de la visita y la valoración de pruebas, no nos conformaríamos con un: “Tiene usted digestivo”. O si al consultar a un cardiólogo por palpitaciones o dolor precordial nos dijeran “Tiene usted Cardio”.

Se entiende que cuando alguien dice que tener “reuma”, quiere decir que tiene dolor. Pues bien, hay que poner nombre a ese dolor: artrosis, artritis, gota, etc..

El reumatólogo es el especialista que por su formación es el más adecuado para su diagnóstico y tratamiento. Poniéndole apellidos al tipo de “artritis” o enfermedad, pues el tratamiento de cada uno de ellas varía.

2. “Sólo afectan a la tercera edad”

Falso. Hay enfermedades reumáticas que aparecen en niños, gente joven y adultos jóvenes. Un ejemplo es la artritis crónica juvenil, pero también lupus infantiles (el 20% de los lupus debutan en la edad pediátrica), la artritis psoriasicae o las espondiloartritis juvenil.

3. “La causa es el clima”

Pensar que la causa de una enfermedad reumática es el frío es un error. Existen enfermedades reumáticas en todo el mundo, con la misma frecuencia en países fríos que en calurosos. Aunque es cierto que con los cambios de tiempo y de presión atmosférica pueden empeorar, el dolor y las limitaciones en articulaciones dañadas por artritis, artrosis o traumatismo previo.

4. “Son enfermedades hereditarias”

Existe una agregación de casos en familias con antecedentes reumáticos, es decir, existe una cierta predisposición a padecerlas teniendo familiares que las hayan padecido, pero no se heredan.

5. “Sólo afectan a huesos y articulaciones”

También pueden afectar a ligamentos, tendones, músculos y órganos internos como el pulmón (lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide), el riñón (lupus, vasculitis), la sangre (lupus, artritis reumatoide), el corazón (fiebre reumática, amiloidosis), ojos (uveítis), piel (artritis psoriásica), intestino (enfermedad de crohn o colitis ulcerosa).

6. “No tienen cura”

La mayoría no, como la mayoría de las enfermedades de otras especialidades (diabetes, hipertensión, bronquitis crónica, asma, etc.). Sin embargo, la mayoría de las enfermedades reumáticas son controlables con la medicación, permitiendo hacer una vida normal, siempre que no se hayan diagnosticado y tratado precozmente. Los tratamientos actuales permiten evitar daños irreversibles articulares como los que se tenían anteriormente a la era de la terapia biológica.

7. “Todos los tratamientos son malos. Mejor usar remedios naturales”

Un porcentaje elevado de pacientes reumáticos por desconocimiento o falsas creencias acuden a la medicina alternativa. Los medicamentos que prescriben los reumatólogos, a pesar de que pueden tener efectos secundarios, el beneficio que se obtiene con ellos, es notablemente mayor que el riesgo que ha de asumir a tener efectos adversos. Las revisiones periódicas y los controles analíticos permiten evitar sus complicaciones. Si toma medicinas alternativas o seudocientíficas, coménteselo a su reumatólogo. Algunas de ellas provocan interacciones con fármacos. Los tratamientos alternativos o falsamente naturales no han demostrado su eficacia en el control de las enfermedades reumáticas.

8. “Siempre se relacionan con trabajos manuales”

Una gran mayoría de enfermedades del aparato locomotor se ven aceleradas por sobrecargas o trabajos pesados (construcción, agrícolas) como las artrosis o las artritis. Sin embargo, otras son de origen autoinmune o inflamatorio.

9. “No pueden prevenirse”

Muchas de ellas se pueden prevenir como la artrosis, osteoporosis, la gota, etc. Medidas orientadas a evitar sobrecargas, una ingesta dietética adecuada de calcio y vitamina D, la realización de ejercicio físico de bajo impacto y adecuado a las circunstancias personales del paciente.

doctorponce promueve el conocimiento de las enfermedades reumáticas entre la población general. Impulsa acciones con las asociaciones de pacientes. Fomenta el estudio de las enfermedades reumáticas en beneficio del paciente, que es nuestra razón de ser.

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