La fibromialgia (FM) es una de las causas más importantes de dolor crónico musculoesquelético generalizado, lo cual supone una gran carga tanto para los pacientes como para el sistema sanitario, por lo que sería de vital importancia reducir su prevalencia.
Lamentablemente no conocemos con exactitud las causas que conducen a su desarrollo y su aparición, lo que dificulta su prevención. No obstante, conocemos los factores de riesgo que se asocian a un mayor riesgo de padecerla: La obesidad, el estrés psicológico y físico, la exposición a acontecimientos traumáticos en la vida y ciertos trastornos infecciosos, reumáticos y psiquiátricos comórbidos.
En esta revisión hemos examinados estudios que analizan métodos probados para prevenirla.
La prevención requiere comprender la etiología de los factores de riesgo. Para poder actuar sobre los factores modificables:
Factores de riesgo para el padecimiento de fibromialgia
Problema | Estrategia de prevención |
Factores genéticosAntecedentes familiares
Sexo Femenino Edad madura, senectud. |
Factores no modificables |
Sobrepeso y obesidad | Dieta equilibradaMantener un peso adecuado
Cambios en el estilo de vida (Guía de Tto.) Practicar ejercicio regularmente. |
Tabaquismo | Abandono del tabaquismo |
Estrés físicos y psicológicos | Tratamiento cognitivo-conductualTerapia conductual operante
Técnicas de afrontamiento Psicoterapia |
Ansiedad, depresión | |
Abusos físico y sexual Estrés postraumático | |
Dolor agudo y subagudo no controlado | Control del dolor evitando su cronificación Recuperación del SRDC en un corto periodo de tiempo (Aproximadamente 3 meses).Control adecuado de enfermedades reumáticas |
Síndrome del dolor Regional Complejo SRDC | |
Enfermedades reumáticasLupus eritematoso sistémico
Artritis reumatoide Lesiones cervicales Artrosis |
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Estatus socioeconómico bajo | Mejorar las condiciones laborales y la IncapacidadTerapia cognitivo conductual |
Estrés laboral | |
Problemas del sueño | Mejorar el Sueño y Siesta |
Trastornos funcionalesColon irritable
Cefaleas |
Mejorar El microbioma intestinal |
Infecciones previasVirus de Epstein-Barr
Enfermedad de Lyme |
Medidas sociales para evitar propagación de enfermedades transmisibles |
Déficit de hierro en edades pediátricas | Controles pediátricos y durante el desarrollo |
“Fibromialgiafobia” | Cambio de actitud de la atención especializada ante la Fibromialgia |
Marco de la enfermedad.
La FM se acompaña de fatiga, alteraciones del sueño, trastornos cognitivos, manifestaciones psiquiátricas y múltiples síntomas somáticos (cefaleas, dolor en articulaciones temporomandibulares, vejiga y colon irritable, piernas inquietas, síntomas disautómicos, etc.). Esta enfermedad, provoca sufrimiento al paciente y todo el entorno del paciente.
En el ámbito médico se trata de una enfermedad controvertida e incomprendida.
Se estima que su prevalencia es entre 2,4% (en nuestro país) y un 5,4% (Inglaterra). Esto significa que en España pueden estar afectados más de 1.100.00 de afectados. Los pacientes con fibromialgia, acuden más frecuentemente a los servicios de urgencias, atención primaria y al reumatólogo. El consumo de medicamentos es mayor que en otras enfermedades y, entre un 20-30% de las personas con fibromialgia abandonan su actividad laboral. El porcentaje de bajas por incapacidad temporal y el número de días de baja por enfermedad es de 3 a 4 veces superior a la media. Los porcentajes de incapacidad permanente por fibromialgia varían entre un 12% y un 30%, según diferentes estudios. Por lo que conlleva un gasto sanitario muy importante, que se ha estimado en más de 10.000 € por paciente al año. Una gran parte de estos costes se podría reducir mediante la prevención de la misma. ¿Es esto posible?
Prevención.
Las medidas preventivas se han agrupado tradicionalmente en: Prevención Primaria, secundaria y terciaria.
El objetivo de la PREVENCIÓN PRIMARIA, es evitar la enfermedad antes de que aparezca en la población susceptible.
Es razonable suponer que el tratamiento de los marcadores de riesgo prevenibles podría disminuir la aparición de la fibromialgia. La prevención primaria podría llevarse a cabo en personas de riesgo mejorando los factores de riesgo que la facillitan:
Llevar una vida sana y saludable, evitando situaciones de estrés y practicando ejercicio. Sin embargo, los estudios que investigan la prevención primaria de la fibromialgia son escasos.
La PREVENCIÓN SECUNDARIA es la detección precoz y el tratamiento de los pacientes con formas subclínicas o menos graves.
La prevención secundaria, implicaría un diagnostico precoz de la enfermedad.
El sistema Sanitario Público ha traspasado esta función al Médico de Familia. Esto requiere a veces la capacitación del Médico de Atención Primaria en el diagnóstico y manejo de la enfermedad. Circunstancias que en pocos lugares se ha hecho.
El problema es que muchos dolores crónicos, son encasillados bajo el paraguas de la fibromialgia, cuando sus síntomas pueden estar relacionados con artrosis generalizada, hiperlaxitud de ligamentos, estrés físico-emocional.
Cuando se establecieron los primeros criterios diagnósticos de la enfermedad en 1990, se requería la exploración del paciente, para valorar hiperalgesia, y la alodinia (número de puntos de dolor con una presión de unos 4 Kgs/cm2). La exploración precisa un
conocimiento y práctica, medidas que no se han implementado en el Médico de Familia. Con el objeto de evitar el examen físico del paciente, desde 2019, los criterios para su diagnóstico, no requieren de una exploración. Para su diagnóstico tan solo es necesario una narración sugerente del paciente y la auto cumplimentación de un cuestionario con el número de áreas que le duelen al paciente: (Widespread Pain Index -WPI): >7, y la gravedad de los síntomas (Symptom Severity Store – SSS: >5 ó WPI 23 y SS >9).
Hoy la fibromialgia se considera actualmente el paradigma del espectro de los “Síndromes de Sensibilidad Central”.
En algunos sectores de la Atención Especializada, apoyar a los pacientes con fibromialgia se convierte en un reto y, a veces decepcionante.
Muchos reumatólogos padecen de “fibromialgiafobia”, comparten un cierto grado de hostilidad dirigida contra la fibromialgia como concepto y, a menudo la proyectan contra los propios pacientes. La ineficacia médica en el control terapéutico de la enfermedad, lleva a culpabilizar al paciente y responsabilizarlo de su propia enfermedad. En el CIE-11, la fibromialgia está clasificada con el código MG30.01 dentro del grupo de las enfermedades reumatológicas (no psiquiátricas).
A pesar de que la fibromialgia es reconocida como enfermedad por la OMS desde 1992, muchos especialistas no la reconocen y prefiere no ponerle nombre, o sustituirlo por: “Artromialgias”, “Dolor generalizado”, “Dolor en el que se descartan patología inflamatoria/autoinmune”.
En las consultas del especialista, la fibromialgia puede interferir la eficacia terapéutica de patologías inflamatorias como las artritis. Aproximadamente un tercio de los pacientes con artritis reumatoide (AR) fracasan con los DMARD y los bDMARD. ¿Cuántos de estos pacientes reciben o cambian de tratamiento biológico porque también padecen fibromialgia?
Los reumatólogos pueden mirar atrás a las últimas 2 décadas con satisfacción, al haber mejorado la atención de los pacientes con enfermedades autoinmunes. Sin embargo, el manejo de los pacientes con fibromialgia es un reto aún no conseguido.
La PREVENCIÓN TERCIARIA, intenta evitar las complicaciones (depresión, incapacidad, discapacidad), de las personas que ya sufren la enfermedad así, como la reducción de su gravedad.
Habitualmente llegamos tarde y la prevención que hacemos es terciaria. Hace años, se tardaban entre 5-10 años en diagnosticas la enfermedad, desde que el paciente comenzaba a padecer de los síntomas. La piedra angular del tratamiento de la fibromialgia es explicar la enfermedad al paciente. Los pacientes puntúan el dolor más alto que los que padecen cáncer o artritis y, a pesar de tener buen aspecto, invariablemente se sienten fatal. Las pruebas clínicas rutinarias suelen ser normales, por lo que es importante reconocer lo mal que se sienten los pacientes y darles una explicación.
Conclusiones.
La prevención primaria y secundaria de la fibromialgia es crucial dado la pesada carga que este trastorno supone para el sistema sanitario y el bolsillo de los usuarios de salud.
Sin embargo, la bibliografía existente sobre este tema es escasa. La mejor recomendación es, evitar o mejorar los factores de riesgo modificables:
- Hábitos de vida saludables
- Mantenerse en un peso adecuado
- Practicar ejercicio en cualquiera de sus formas, adaptada a su edad y circunstancias. Se disponen de Programas personalizados
- Evitar estresores ambientales,
- Tener un buen diagnóstico de la causa de su dolor y evitar que este se cronifique.
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