¿Hábitos alimenticios contemporáneos soportados por el marketing, pero no por la evidencia científica?.
Cuando se empieza a formar el esqueleto, hasta llegar a obtener “pico de masas ósea” (el mayor capital óseo que se alcanza en la vida) resulta fundamental un aporte de calcio para crear huesos fuertes y resistentes.
Pero nuestros hábitos de vida y de alimentación contemporáneos no son lo saludable que deberían. El calcio dietético, las actividades al aire libre y el ejercicio son determinantes en la obtención del pico de masa ósea. Los niños de ahora tienen una menor actividad física, no juegan en las calles. Se quedan en sus casas viendo películas o video-juegos con actividad sedentarias.
El 90 % pico de masa ósea se alcanza entorno a los 18 años. El 10% restante se aporta progresivamente hasta los 30 años, momento en el cual comienza una pérdida progresiva de la masa ósea (MO), que resulta más acelerada en la mujer a raíz de la menopausia. El pico de MO en el varón, es mayor, y genéticamente los huesos presentan corticales más gruesas.
El componente genético determina el 60-80% del pico de MO. El 40-20% resulta de la contribución de factores ambientales, como el aporte dietético de calcio durante la pubertad y adolescencia. Un pico de MO elevado resulta determinante en la prevención de fracturas provocadas por la pérdida de MO que conlleva el envejecimiento.
Johnston y cols. realizaron un ensayo clínico de 3 años de duración, doble ciego, controlado con placebo sobre el efecto de la suplementación de 1 gr de calcio/día en la densidad mineral ósea en 70 pares de gemelos con un rango de edad de entre 6 y 14 años. En cada par, un gemelo servía como control para el otro; 45 pares completaron el estudio. La densidad mineral ósea se midió a los seis meses y 1, 2, y 3 años. Observando un incremento de la MO en los gemelos a quienes se les suplemento la dieta con calcio.
La dieta actual no aporta el calcio y la vitamina D que nuestro esqueleto requiere para alcanzar el potencial genético que cada uno tiene por herencia.
Hace unos 30-40 años, los niños tenían dos bebidas para sus comidas: el agua y la leche. Hoy estos se han sustituido por colas, refrescos, jugos y zumos de frutas (Se recomienda que la fruta se tome entera, más que en zumo). Casi la mitad de los niños de 2 a 5 años consume bebidas azucaradas todos los días.
La ingesta de lácteos en España ha venido disminuyendo en los últimos 20 años. En el periodo de 2000-2008 se reduzco el consumo en casi un 8%. La disminución del consumo ha continuado hasta 2016.
Entre las causas de esta disminución del consumo se encuentran:
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La falsa propaganda comercial de compañías alimentarias y de bebidas que tienen como objetivo: vender su producto. Saben que a los niños les encantan los sabores azucarados y que los padres desean ofrecer a sus hijos opciones sanas, de manera que se aseguran de que sus productos tengan sabor dulce, pero los comercializan de forma que los padres piensen que son sanos y saludables.
La leche con chocolate les gusta a los niños, pero tienen un alto contenido en azúcar añadido para aumentar su sabor. Los azucares aumentan el riesgo de que el niño presente diabetes de tipo 2, cardiopatía, hígado graso, caries y obesidad infantil. Es mucho mejor ofrecer a los niños leche sola cuando son pequeños, para que continúen disfrutándola de mayores.
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Intolerancia a la lactosa. Aproximadamente 2,5% de niños menores de 3 años presenta alergia a las proteínas vacunas o intolerancia a la lactosa. Para niños con intolerancia a la lactosa se recomienda la leche de soya fortificada.
Por otro lado, existe un incremento en las ventas de bebidas parecidas a la leche, elaboradas con almendras, arroz, coco, soya, nueces de la India o avellanas. Estos productos no son nutricionalmente equivalentes a la leche de vaca en calcio, vitamina D y proteínas. Los fitatos presentes en muchas de estas semillas, suelen triturarse para producir una leche, pero actúan de quelantes y fijan zinc, magnesio y hierro pudiendo provocar deficiencias vitamínicas. No son recomendables las leches a base de vegetales y bebidas que contengan cafeína, azúcares añadidos o sustitutos del azúcar.
Los gustos y apetencias se consolidan a una edad temprana. Por ello, para encauzar la alimentación saludable por lugar apropiado lo ideal sería que en los hogares tan solo existiera agua y leche para los niños. Pero además, también son las mejores bebidas para el resto de la familia. Alguno dirá: Bueno de vez en cuando alguna Cocacolita no?, pero la evidencia científica dice: ¡¡ Échale leche a tus huesos !!
Referencias
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Johnston CC et al. N Engl J Med 1992; 327:82-87
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Halbrock TL, Lancet 1988; 5:946-9
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Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)
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Stewart TL et al. J Endocrinol 2000
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