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¿SE DEBE CULPAR AL PACIENTE POR SU OBESIDAD?

La obesidad no es una patología por la que se consulte al Reumatólogo. Pero la obesidad empeora patologías que trata la Reumatologia. La recomendación de disminuir de peso en pacientes con artrosis de rodillas, lumbalgia, artrosis de columna, gota ó fibromialgia, es básica.

La fórmula mágica que le recomendamos es comer menos y hacer ejercicio. Pero el paciente al no ver resultados, abandona la “dieta”. A menudo culpamos al paciente como responsable de su obesidad. Sin embargo, la obesidad requiere de una comprensión cuidadosa de las causas que la provocan y de los mitos que rodean a esta enfermedad, antes de culpabilizar. Estos son algunos de los mitos en torno a la Obesidad, bajo el paraguas de la Medicina basada en las pruebas.

LA OBESIDAD ES UNA OPCIÓN

Popularmente se asume que él que es obeso, es porque quiere, puesto que el balance energético puede ser controlado mediante la voluntad con una menor ingesta y haciendo más ejercicio.

Pero, existen numerosos factores fisiológicos más allá del control volitivo que influye en el balance de energía. Dichos controles no volitivos pueden explicar por qué algunas personas comen aparentemente grandes cantidades de comida y no llegan a ser obesas.

Tabla 1. Factores que regulan el balance energético a corto, medio y largo plazo

  • CENTROS SUPERIORES CEREBRALES
  • GLP-1 (Hormonas de la saciedad) También llamado: Péptido similar al glucagón 1 y PYY (Péptido tirosina tirosina ó péptico pancreático YY3 -36)
  • GRELINA (Hormona del hambre)
  • LEPTINA (Una proteína formada en el tejido graso por los adipocitos, envía señales al cerebro para aumentar o disminuir el tejido adiposo con el tiempo.
  • GRASA PARDA: Aumenta el consumo energético, el gasto calórico.
  • MICROBIOTA: Modula la extracción energética de los alimentos, la secreción de hormonas intestinales, el metabolismo a nivel periférico y el la actividad inflamatoria sistémico.] o algunos pueden tener menos grasa marrón, que puede resultar en una utilización reducida de calorías.
  • LIPOPROTEÍN LIPASA (LPL), Está presente en células de músculo esquelético y tejido adiposo, y facilita la entrada de triglicéridos en las células musculares para su consumo o su almacenamiento en la grasa. Parece que en invierno, actividad de la LPL del tejido adiposo aumenta, lo que favorece el aumento de peso, quizás para proporcionar grasa aislante de los fríos.
  • INFLUENCIA GENÉTICA en la propensión a ganar peso. Un ejemplo prominente del control genético de la regulación del peso es el estudio realizado por Stunkard en gemelos separados al nacer y criados por separado. Observa que aun cuando criados por separado, los pesos corporales de los gemelos emparejados estrechamente entre sí. Llegaron a la conclusión que «influencias genéticas en el índice de masa corporal son substanciales, mientras que el ambiente de la niñez tiene poca o ninguna influencia».
  • FUERZA DE VOLUNTAD, para provocar un balance calórico negativo. Se le puede pedir a una persona que disminuya el número de respiraciones a 10 en un minuto y seguro que lo puede cumplir. Sin embargo, ¿ por cuánto tiempo?. Asimismo, es mucho pedir a una persona que coma menos de lo que le pide su cerebro, su tripa o su fisiología corporal. Es una cuestión de fuerza de voluntad sólo una minoría selecta de pacientes, pero es irreal e insostenible para la mayoría de las personas.
  • FACTORES HORMONALES (Hipotiroidismo, Síndrome de Cushing, Menopausia)
  • TRASTORNOS DEL SUEÑO: Sueño insuficiente o de mala calidad.
  • FACTORES SOCIOECONÓMICOS. Bajos ingresos se asocian a Obesidad.

LA COMIDA ES LA QUE CAUSA OBESIDAD

Para abordar este mito erróneo, consideremos como ejemplo: el edema (retención de líquidos, por ejemplo en las piernas). ¿Se tendrían edemas si hacemos una ingesta copiosa de agua?. No necesariamente, puesto que el balance hídrico se realiza a través de múltiples hormonas y mecanismos. Cuando aparecen “Edemas” es debido a una pérdida de los controles de balance de agua, no de beber cantidades excesivas de este líquido.

Del mismo modo, el cuerpo tiene mecanismos para regular el gasto y aporte energético. El resultado neto de estos mecanismos podría ser negativo o positivo, llevando al mantenimiento, pérdida o aumento de peso, respectivamente. Culpar a los alimentos que causan la obesidad, es como culpar a la ingesta de agua como el causante de edema o a la ingesta de azúcar de la presentación de una diabetes.

La Obesidad es una enfermedad causada por un defecto en la regulación del balance energético con tendencia hacia el almacenamiento excesivo de energía en forma de grasa. Los alimentos no causan la obesidad. El hecho de que reducir la ingesta de alimentos facilite la pérdida de peso, a menudo se considera prueba de que la obesidad es causada por alimentos. Sin embargo, no demuestran su papel en la causa de la obesidad. A menudo, causa y tratamiento son no dos caras de una misma moneda. La exposición excesiva a la radiación UV puede contribuir a cáncer de piel, pero su tratamiento no implica colocar a una persona en una habitación oscura, lejos de la luz del sol.

TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD

Los tratamientos de obesidad actuales incluyen DIETA, manejo del ESTILO DE VIDA, TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO y CIRUGÍA BARIATRICA.

Al igual que el tratamiento del cáncer, depende del tipo de tumor. El tratamiento eficaz de las “obesidades» requieren que se identifiquen previamente las causas que la generan y las que colaboran particularmente en cada paciente.

Antiguamente las ulceras gástricas se trataban mediante cirugía, cuando se comprendió que su causa era la hiperacidez, y la infección por Helicobacter pylori, el tratamiento con antibióticos e inhibidores de la acidez, cambió radicalmente el pronóstico de la úlcera gástrica.

Algo similar también ha ocurrido con el tratamiento de la obesidad. El descubrimiento de algunos de los factores que intervienen en el metabolismo energético (Tabla 1) como la leptina, o los agonista de la melanocortina 4 (MC4) hacen que se pueda utilizar en algunos tipos de obesidad (deficiencia congénita de leptina, o de propiomelanocortin (POMC).

Estos pocos ejemplos ponen de relieve la necesidad de más investigación para descubrir causas adicionales de la obesidad y desmitificar que la obesidad solo depende de la voluntad.

Doctor Ponce

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