Ser VALIENTE, no es descansar en el pasado, ni ilusionarse con el provenir. Es estar disponible a diario para quién nos lo solicite.
Somos como un taxi con luz verde, que recorre las noches lluviosas de una ciudad desangelada.
No sabemos, quién nos detendrá, quién solicitara nuestro servicio, quién nos susurrará una dirección a la que ír. Ni siquiera sabemos, si alguien requerirá de nuestros servicios antes de que llegue la hora en la que finalice nuestra jornada.