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¿Cómo evitar el dolor de cuello (cervicalgia)?

El dolor de cuello, es común a cualquier edad y sexo. Los síntomas de la cervicalgia son: contracturas, pérdida de movilidad, dolor de cuello, cabeza, o en la base del cráneo y raíz de los brazos. Mareos, vértigo, hormigueos en las manos, zumbido en los oídos y en ocasiones esta sintomatología puede además ir acompañada por vómitos.

El tratamiento más inmediato y accesible es la toma de analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares. Los mismos, suelen ser eficaces y el dolor y la contractura, desaparecen sin dejar rastro en la mayoría de las ocasiones. No obstante, el uso prolongado de este tipo de fármacos puede provocar importantes complicaciones a largo plazo.

Una cervicalgia mal tratada va contracturando cada vez más la espalda, aumentando la presión intervertebral y ocasionando que los discos se vayan comprimiendo y los espacios articulares vayan disminuyendo, lo cual acelera la artrosis de toda la columna.

¿Cómo evitar el dolor de cuello (cervicalgia)?

El dolor de cuello, es común a cualquier edad y sexo. Los síntomas de la cervicalgia son: contracturas, pérdida de movilidad, dolor de cuello, cabeza, o en la base del cráneo y raíz de los brazos. Mareos, vértigo, hormigueos en las manos, zumbido en los oídos y en ocasiones esta sintomatología puede además ir acompañada por vómitos.

El tratamiento más inmediato y accesible es la toma de analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares. Los mismos, suelen ser eficaces y el dolor y la contractura, desaparecen sin dejar rastro en la mayoría de las ocasiones. No obstante, el uso prolongado de este tipo de fármacos puede provocar importantes complicaciones a largo plazo.

Una cervicalgia mal tratada va contracturando cada vez más la espalda, aumentando la presión intervertebral y ocasionando que los discos se vayan comprimiendo y los espacios articulares vayan disminuyendo, lo cual acelera la artrosis de toda la columna.

Las bases del tratamiento incluyen el calor local, la aplicación de medidas físicas (ultrasonidos), masajes, y ejercicios de estiramientos. Es importante destacar que para evitar que vuelva a producirse los pacientes deben realizar diariamente unos ejercicios de elongación de rutina para mantener el cuello siempre relajado y flexible. Estos ejercicios puede realizarlos cualquier persona que desee mantener su cuello en perfecto estado de salud.

Los consejos facilitados en este artículo pretender ayudarle a que usted pueda evitar el dolor cervical.

Evita las causas: Posturas inadecuadas o mantenidas, estrés

El 80% de los dolores de cuello son debidos a distensiones, esguinces, o roturas fibrilares musculares provocadas por sobrecargas laborales o durante las actividades de la vida diaria que conllevan movimientos repetidos o sostenidos del cuello. Ejemplos de estas actividades son:

Posturas inadecuadas al sentarse delante del escritorio, en el ordenador, o a la hora de conducir.

En este tipo de actividades la mala postura se mantiene durante horas, esforzando los músculos del cuello más de lo conveniente. En personas con daño estructural en el cuello, como artrosis, discopatias, hernias discales, etc. mínimas sobrecargas conducen a la cervicalgia

Posturas también impropias al dormir o, el uso de almohadas altas.

La flexión mantenida del cuello: planchar, cocinar, o en su actividad laboral.

La hiperextensión del cuello: pintar techos,

Situaciones de estrés mantenido (laborales, familiares, sociales, etc.) provocan tensión y contracturas musculares en el cuello. Los masajes, descontracturan, mejoran la circulación y mejoran la movilidad del cuello. No obstante, y al objeto de prevenirlos y que aparezcan en menor medida, tome nota de las siguientes recomendaciones.

Recomendaciones para evitar el dolor de cuello

1. Relájese para aliviar los momentos de tensión o estrés.

– Para ello, puede utilizar técnicas de respiración abdominal profunda, meditación, visualización y otras técnicas de relajación.

2. Date descansos con frecuencia cuando empiece a molestarte el cuello:

– Si conduces largas distancias o trabajas largas horas en la misma posición, asegúrate de tomar descansos frecuentes. Estírese, tómese alguna bebida, respire profundamente y busca la postura correcta para la actividad que estas realizando.

3. Ejercicios y estiramientos

– Los ejercicios y estiramientos ayudan a reducir el dolor mediante la restauración de la función muscular, optimizando la postura y aumentan la fuerza y ​​resistencia de los músculos del cuello. Estos pueden incluir: Rotación circular de omóplatos; extensión, flexión y rotación del cuello; estiramiento de pectorales; fortalecimiento de los hombros y ejercicios isométricos.

4. Terapia de calor y frío – Acostúmbrate a tomar una ducha de agua caliente sobre el cuello durante 10-15 minutos. El calor relaja los músculos doloridos.

5. Masaje y automasaje con calcetines y pelotas de tenis – Un artefacto casero simple puede ser utilizado para la acupresión cervical autoadministrado. Pon dos pelotas d e tenis en un calcetín y ata el calcetín para que las bolas estén unidas firmamente. Coloca las pelotas de tenis bajo el occipucio para que estén ejerciendo presión sobre los huecos debajo del cráneo a cada lado de la columna vertebral durante unos 10 minutos. Descansar sobre este dispositivo puede ayudarte a relajar los músculos posteriores del cuello tensos.

6. Evaluar Ergonomía – Ajusta las condiciones de los lugares de trabajo como oficina y hogar puede evitar tensiones innecesaria y prevenir molestias cervicales. Esto incluye:

 Colocación adecuada de un escritorio, silla, ordenador y teléfono para que la pantalla esté al nivel de los ojos, las rodillas estén ligeramente inferiores a las caderas, los brazos descansen cómodamente en los apoya brazos de la silla, y el cuello esté en una posición neutral relajada mientras hablas por teléfono.

7. Duerme deliberadamente – La planificación de una posición para dormir puede prevenir un cuello doloroso. Evita dormir sobre el estómago y usar una almohada que apoye la curva natural del cuello. Las personas que duermen de espaldas se les aconsejan el uso de una almohada cilíndrica bajo la curva del cu
ello, con una almohada plana para amortiguar la cabeza. Los que duermen de lado deben mantener su espalda recta utilizando una almohada que sea más alta bajo el cuello que en la cabeza. El objetivo es evitar durante la noche la flexión del cuello.
Artículo realizado por: Dr. Ponce | Fecha del artículo: julio 2014

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