Epicondilitis / Epicondilosis (Tendinitis del codo).
La epicondilitis es la inflamación del epicóndilo o de los músculos y tendones que se insertan.
Es también conocida como codo del tenista, aunque esta patología es frecuente en otras muchas actividades domésticas o laborales. Tan sólo del 5% al 10% de pacientes que padecen de epicondilitis son jugadores de tenis, y este tipo de patología es excepcional en jugadores jóvenes de tenis
Los principales músculos afectados en la patología del “codo de tenista” son el primer y segundo radial corto del carpo, el extensor común de los dedos y el cubital posterior.
Causas
La tendinopatía de los músculos epicondileos fue descrita por Runge en 1873 y corresponde a una lesión tendino-periostia de la inserción del tendón común de los músculos extensor radial corto del carpo y del extensor común de los dedos (fig.2).Se considera una patología por hipersolicitación deportiva, o profesional, siendo esta la causa más frecuente del “dolor lateral del codo”, ya que las otras causas son por compresión de la rama posterior motora del nervio radial, la patología de la articulación humero-radial (osteocondritis, condropatía, cuerpos extraños intra-articulares, sinovitis), lesiones óseas, tendinopatía calcificante, la fibromialgia, dolores proyectados de origen cervical
Las lesiones suelen estar causadas por un uso excesivo de los músculos del antebrazo en acciones de repetición asociadas a deportes de raqueta, trabajos manuales con movimientos de giro de las manos, actividades domésticas de amas de casa, limpiadoras, bricolage (uso repetido del destornillador), actividades profesionales repetitivas (cadena de montaje, pescaderas, carniceros, etc.) conducción de motocicletas, usuarios de ordenadores y en la oficina, entrenamiento con peso o cualquier otro movimiento traumático del codo o la muñeca.
Epidemiología
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La incidencia anual de epicondilitis en la población general se estima entre el 1 y 3%.
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El 11% corresponde a profesionales que requieren movimientos repetitivos con contracciones de los músculos del codo en su gesto laboral. La evolución natural de la epicondilitis es favorable entre 1 y 2 años
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Se estima que 4 de cada 1.000 personas sufren este trastorno en algún momento de sus vidas.
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Los trabajadores manuales y las personas que practican deportes de raqueta tienen un riesgo elevado
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La tendinitis del codo es una causa frecuente de absentismo laboral
Fisiopatologia
El término epicondilitis, implica una lesión de naturaleza inflamatoria, sin embargo los estudios histopatológicos no muestran signos característicos de una respuesta inflamatoria, pues existen pocas células tipo macrófagos y leucocitos polimorfonucleares, además de poca formación de tejido de granulación. Más bien el patrón histopatológico es más característico de una condición degenerativa, por lo cual es mejor utilizar el término de epicondilosis. A microscopia óptica se observa una desorientación, desorganización y separación de las fibras de colágeno, con aumento de la sustancia mixoide. Los tenocitos presentan signos de hipoxia, en donde la matriz extracelular influye en la producción de colágeno de precaria calidad (tipo III). En la zona de inserción tendo-perióstica se puede apreciar una metaplasia fibrocartilaginosa, sugiriendo que los cambios bioquímicos en el tendón común de los epicondíleos están producidos en gran parte por la falta de unión y cohesión de las células vecinas, que alterará las funciones o propiedades biomecánicas del tendón y los mecanismos de nutrición.
Cambios degenerativos hipóxicos del tendón. Alteración de los puentes de enlace dando lugar a haces desordenados en vez de fibras de colágeno bien orientadas en paralelo siguiendo las líneas de tensión. Necrosis focal y microcalcificaciones en la transición hueso-tendón.
Estudios inmunohistoquímicos muestran la presencia de fibras nerviosas simpáticas y sensitivas amielínicas asociadas a una neovascularización en la zona de tendinosis. Los neuropéptidos como la sustancia P y el péptido relacionado con la calcitonina son sintetizadas por estas fibras nerviosas y secretadas a la matriz extracelular. Es muy probable que la liberación de estas sustancias al espacio extracelular tengan un papel importante en el mecanismo de dolor de la epicondilitis crónicas, ya que los neurotransmisores liberados son principalmente el glutamato que va intervenir en la propación y persistencia del dolor.
Tratamientos habituales:
- Reposo relativo
- Masaje transverso (rompe adherencias y produce una hiperemia para favorecer el proceso de cicatrización).
- Vendajes funcionales.
- Banda, brazalete, cincha, codera con banda antiepicondilitis
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- Medidas físicas: Termoterapia y electroterapia
- Aplicación de ondas y ultrasonidos
- Tratamiento farmacológico antiinflamatorio
- Electrolisis percutánea intratisular (EPI
- Infiltraciones
Es una técnica no quirúrgica eficaz en la curación de las epicondilitis crónicas.
Está también indicada en otras tendinopatias crónicas. La mejoría de la epicondilitis se produce de forma inmediata o a partir de la 3 sesión.
Consiste en la aplicación mediante una aguja de acupuntura de corriente galvánica, la cual produce hidróxido de sodio (NaOH) en la materia orgánica, el cual creará provoca una lisis del tejido fibrótico degradado del tendón y una reacción inflamatoria que ayuda reparar las lesiones crónicas degenerativas de esta tendinopatia a partir de la nueva síntesis de colágeno y matriz exracelular. Se realizan sesiones semanales 10.
Infiltraciones locales
(corticoides, ácido hialurónico, Plasma rico en plaquetas (Factores de crecimiento).
Es el tratamiento con mayor rentabilidad y de recuperación más rápida.
Tiene una buena relación eficacia/riesgos.
La infiltración permite una más pronta recuperación
Evita la toma innecesaria de fármacos sistémicos (orales) con posibles efectos secundarios sobre aparato digestivo y renal, y pocas posibilidades de mejora de una tendinopatía.
Se realiza un único pinchazo de la piel con múltiples penetraciones del tendón. Se practican dos penetraciones en el epicóndilo lateral y cinco penetraciones en el tendón del músculo segundo radial externo.
Tipos de infiltraciones: Corticoides, Acido hialurónico, Plasma rico en plaquetas (Factores de crecimiento). Existen diferencias en precios en cada una de ellas.
Artículo realizado por Dr. Antonio Ponce Vargas
Fecha del artículo: Mayo de 2013
Fecha de publicación: Mayor 2013
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