El paciente reumático pone ante los ojos de la gente sus manos fracasadas por la enfermedad y el trabajo, y los que lo ven piensan, que al igual que el mendigo, él es el culpable de su mala suerte.
Evita mejora el infortunio de padecer alguna enfermedad reumática, consultando con tu reumatólogo de confianza.